Generalización
visual de la imagen paternal en bebés de 0 a 5 meses.
Hace poco tiempo mientras pensaba en que
los niños identifican a Santa Claus, por su vestimenta roja con blanco, las
barbas blancas, botas negras y redonda panza…
Esto sucede en niños, pero ¿Qué pasa en
el reconocimiento de los bebés?
Y me puse a pensar...
¿Que pasaría si un padre se viste de la
misma manera durante los primeros 5 meses de edad del bebé, con colores
distintos a los que regularmente se usan como camiseta amarilla con un pantalón
verde, y siempre que viera a su bebé vistiera de esta manera?
Utilizando como premisa que los niños
pequeños entre 1 y 2 años identifican a Santa Claus, solo por sus
características físicas, entonces los bebés si siempre ven a su papá con la
misma ropa durante 5 meses, al cambiársela creo que no lo reconocerán ya que el
estimulo visual estaría tan arraigado que requerirían de otros estímulos
primero el auditivo, después el olfativo para confirmar que es su padre de
quien se trata.
Los bebés al nacer utilizan distintos
sentidos para reconocer a sus padres, la audición, la vista, el olfato y el
gusto, unos se van agudizando y unos se van atenuando, si el desarrollo es el
normal, primero serán el olfato, el gusto y el oído el que utilicen para
reconocer a la madre siendo la vista de los últimos en utilizar ya que requiere
de cierta maduración para el movimiento ocular así como para enfocar. Con la
madurez de la vista, los demás sentidos se irán atenuando y la vista será el
principal sentido que de entrada del mundo al cerebro.
“DESARROLLO
SENSORIAL Y PERCEPTIVO
El niño inicia su relación con el mundo a través de los sentidos. La percepción del bebé no es algo exclusivo
de los procesos madurativos, depende de sus experiencias de aprendizaje. La
educación sensorial desde las primeras etapas es algo fundamental. El niño ve,
pero nosotros hemos de enseñarle a mirar, el niño oye, pero hemos de enseñarle
a escuchar.
El bebé viene preparado para interactuar con el medio que le rodea, para
comunicarse con sus cuidadores. Reconoce en ellos su olor, su voz, el sabor de
la leche de su madre. Así como también éstos tienen la capacidad de reconocerle
por el tacto, el llanto, etc.
EL TACTO. Las percepciones táctiles son de gran importancia para la
construcción de los primeros conocimientos del bebé. A través de su cuerpo
siente las primeras sensaciones de frío, calor, suavidad. Toda la piel envía
información a su cerebro, de ahí la importancia de acariciarle todo el cuerpo.
El tacto es también la primera forma de comunicarnos con los bebés que tenemos
los adultos. El contacto con nuestra piel es de vital importancia.
Lo que primero descubre el bebé son sus manos y pequeños objetos que chupa.
Aprende mucho mientras muerde y chupa. A los 3-4 meses, coge el objeto, lo
chupa, repasa su contorno con los labios y lengua y después lo saca de la boca
y lo observa visualmente.
A los 6 meses ya distingue las sensaciones de frío y calor, blando y duro,
liso y arrugado,…
De los 6 meses al año ya puede coger objetos y sentir sus diferentes formas
y texturas. Ya no chupa los objetos para conocerlos, los toca.
De 1 a 2 años ya distingue los objetos por el tacto.
OLFATO Y GUSTO. El bebé distingue olores y sabores desde el primer día de
vida. Reconoce a su madre por el olfato desde que nace y su sabor preferido es
el de la leche materna. Comienza a asociar sabores y olores con momentos
vividos y así luego discernirá entre lo que le gusta o no en función de su olor
o sabor, por ejemplo se calmará cuando sienta cerca el olor de su madre. Empieza
a sentir y disfrutar los diferentes olores y sabores del medio. Del primer año
al segundo año ya han de distinguir los cuatro sabores básicos: agrio, salado,
dulce y amargo.
OÍDO. Es el sentido más desarrollado en el bebé. Es muy sensible a los
sonidos. Son capaces de discriminar desde muy pronto entre dos sonidos muy
iguales (ba-pa), más incluso que niños mayores o adultos. Desde que nace es
capaz de dirigir su cabeza hacia el lugar donde está el sonido. Su sonido
preferido es la voz humana, con un mes de edad ya distinguen los sonidos del
habla. Con pocos meses de vida comprende el tono, el ritmo y la intencionalidad
del que habla. Prefiere los tonos suaves y cálidos. Antes de los 6 meses ya
aprende a relacionarse con los objetos por el ruido que hacen y reconoce por el
sonido si un objeto está cerca o lejos. En esta misma época también distingue
melodías musicales. A partir de los 6 meses comienzan a emitir sus propios
sonidos balbuceando, no intentan hablar sino que les encantan sus propios
sonidos. Con el transcurso de los meses diferencia cada vez más sonidos,
palabras y comienza a elaborar conceptos e ideas.
De 1 a 2 años el niño ya puede recordar, reproducir, entretenerse y
disfrutar al escuchar los ruidos y sonidos familiares. Cada vez están más interesados
en los diferentes sonidos.
VISIÓN. Cuando un bebé nace solamente es sensible a las sensaciones de
claro y oscuro, pero pueden seguir con la mirada un estímulo que se mueve ante
sus ojos. Progresivamente van aumentando su capacidad visual, pero en los
primeros meses solo enfocan bien los objetos que se encuentran entre 15 y 30
centímetros. A los 3 meses su visión habrá dejado de ser borrosa y ya distingue
claramente una cara de otra. Distingue unos colores de otros desde el
nacimiento. Con 4 meses ya dirige su mirada hacia objetos o personas que llaman
su atención. En el 5 mes comienza a coordinar
la visión del objeto con la acción de agarrarlo. A los 6 meses ya
coordina la visión con el movimiento de pies y manos, a esta edad en muchos
aspectos el bebé ya ha alcanzado los valores adultos. A los 8 meses está muy
interesado en todos los objetos que le rodean. De 1 a 2 años aumenta su
capacidad de observación y su memoria visual.“ (Stassen
y Thomson, 1997)
Entonces llegando la madurez visual, los
bebés podrán diferenciar visualmente a los padres sin la necesidad de utilizar
los otros sentidos, por los rasgos faciales, complexión, estatura, etc. Pero
que pasaría si nosotros a través de esta manipulación visual, le hacemos no
requerir del reconocimiento facial durante los 5 primeros meses de vida, con la
vestimenta lo identificará, reconocerá inmediatamente y se acostumbrará a no
requerir profundizar en los rasgos faciales.
El experimento seria muy sencillo pero desconozco
las repercusiones que este pudiera tener en el bebé, por lo que propongo
dejarlo solo como una hipótesis.
- Este tema lo elegí por que me llama mucho la atención
todo lo referente a la educación, en este momento mis hijos atraviesan por esa
etapa y en estas épocas navideñas pues se hiso una ensalada perfecta.
- Empecé con la idea que me hiso desarrollar toda la
propuesta.
Villarreal, H. 14
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